Rebeca Marín
Cada día, una quinta parte de los alimentos producidos se desperdician, señala la Agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), al destacar que de acuerdo a datos disponibles, en el 2022 se desperdiciaron mil 50 millones de toneladas de alimentos.
Según el organismo perteneciente a Naciones Unidas, alrededor del 19% de la comida disponible para los consumidores se perdieron en general en el comercio minorista, los servicios alimentarios y los hogares.
Inclusive recuerda que la pérdida y el desperdicio de alimentos generan hasta el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero -casi cinco veces más que el sector de la aviación-, reducir las emisiones derivadas del desperdicio de alimentos es esencial.
A lo anterior se le agrega que alrededor del 13% de los alimentos se pierden en la cadena de suministro, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, desde después de la cosecha hasta el punto de venta.
Con motivo del Día Internacional de Cero Desechos, que se conmemora el 30 de marzo, destaca que la mayor parte del desperdicio alimentario mundial procede de los hogares, con un total de 631 millones de toneladas -o hasta el 60%- del total de alimentos despilfarrados. De media, cada persona desperdicia 79 kilogramos de alimentos al año.
El documento recomienda centrar los esfuerzos en reforzar la reducción de los residuos alimentarios y el compostaje en las ciudades. Los gobiernos y las empresas alimentarias deben también unir sus esfuerzos para reducir el desperdicio y ayudar a los hogares a involucrarse.
Con motivo del Día Internacional de Cero Desechos, que se conmemora el 30 de marzo, el informe resalta que los hogares de todos los continentes desperdiciaron el equivalente a más de 1.000 millones de comidas cada día durante 2022, mientras 783 millones de personas padecían hambre y un tercio de la humanidad atravesaba una situación de inseguridad alimentaria.
El desperdicio de alimentos sigue perjudicando la economía mundial y exacerbando el cambio climático, la pérdida de naturaleza y la contaminación. Estas son las principales conclusiones de un informe del PNUMA.
El Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024 del PNUMA, elaborado por WRAP, proporciona la estimación mundial más precisa sobre el desperdicio de alimentos por parte de minoristas y consumidores. Proporciona orientación a los países para mejorar la recopilación de datos y sugiere las mejores prácticas para pasar de la medición a la reducción del desperdicio de alimentos.
En 2022, se generaron 1.050 millones de toneladas de desperdicios alimentarios (incluidos los restos no comestibles), lo que supone 132 kilogramos por persona y aproximadamente una quinta parte de todos los alimentos disponibles para el consumo humano. Del total de alimentos desperdiciados en 2022, el 60% se desechó desde los hogares, mientras que el 28% correspondió a los proveedores de servicios alimentarios y el 12% al comercio minorista.
"El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. Millones de personas pasarán hambre hoy debido al desperdicio de alimentos en todo el mundo", afirmó Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.
Los datos confirman que el desperdicio de alimentos no es sólo un problema de los "países ricos", ya que los niveles de desperdicio de alimentos en los hogares difieren en apenas 7 kg per cápita con respecto al promedio observado para los países de ingreso alto, medio-alto y medio-bajo.
Al mismo tiempo, los países más calurosos tienden a desperdiciar más alimentos por habitante a nivel de los hogares, lo que puede deberse a un mayor consumo de alimentos frescos con gran cantidad de partes no comestibles y a la falta de cadenas de frío fiables.
Según datos recientes, la pérdida y el desperdicio de alimentos generaron entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) (casi 5 veces más que el sector de la aviación) y una importante pérdida de biodiversidad al ocupar el equivalente a casi un tercio de las tierras agrícolas del mundo. Se calcula que el coste de la pérdida y el desperdicio de alimentos para la economía mundial es de aproximadamente 1 billón de dólares.
En 2022, solo 21 países habían incluido la pérdida de alimentos y/o la reducción de desechos en sus planes climáticos nacionales (también llamados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, CDN).
El proceso de revisión de las CDN de 2025 ofrece una oportunidad clave para aumentar la ambición climática mediante la integración de la pérdida y el desperdicio de alimentos. Asimismo, en el informe se hace hincapié en la urgencia de hacer frente al desperdicio de alimentos tanto a nivel individual como sistémico (holístico).
Las APP contra la pérdida y el desperdicio de alimentos se están extendiendo por todo el mundo, por ejemplo, en Australia, Indonesia, México, Sudáfrica y el Reino Unido donde han ayudado a reducir más de una cuarta parte del desperdicio de alimentos per cápita en los hogares en el período 2007-2018.