Rebeca Marín
El 47% de la población en la capital del país depende del empleo informal, no obstante, es la entidad que ha generado el mayor número de puestos de trabajo formales en el período de julio de 2021 a julio 2022, de acuerdo con estimaciones del IMSS (más de 107,000 registros), se lee en el Proyecto del Plan General de Desarrollo de la Ciudad de México: El Derecho a la Ciudad y una Ciudad de Derechos.
El informe también indica que la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral creció de 39.7% en 2000 a 55.6% en 2020.
En el caso de los hombres el crecimiento fue menor, 71.4% en 2000 a 74.3% en 2020.
Por otra parte, la población afiliada a los servicios de salud presentó un aumento de 63.8% en 2010 y 72.6% en 2020; mientras que la población no afiliada disminuyó de 33.6% en 2010 a 27.2% en 2020 (INEGI,2020).
Los indicadores de pobreza seleccionados reflejaron que: 39.1% de la población no tenía acceso a seguridad social; 45.6% habita en viviendas precarias, 34.9% tiene problemas de adecuación sanitaria y 50.5% está en pobreza de ingresos.
En tanto que los niveles de pobreza económica son mayores entre hablantes de lengua indígena, personas con identidad indígena, personas con discapacidad, personas mayores, personas jóvenes y mujeres. Aun cuando se ha avanzado en paridad de género, la brecha sigue presente (CONEVAL, 2020).
Un problema que enfrenta la Ciudad es la escasa diversificación de sus unidades económicas. Actualmente el sector servicios representa 80% del PIB de la Ciudad, presenta un estancamiento relacionado con la adopción de innovaciones tecnológicas, dificultando el aumento de la productividad del sector empresarial y la atracción de inversiones.
El estudio reconoce que el trabajo se está transformando aceleradamente, generando cada vez mayor informalidad laboral y pobreza económica en amplios sectores de la población, lo que demanda atender las condiciones de esa transformación.