Con su último informe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador inició la recta final de su administración.
Alejado de las potentes concentraciones en el Zócalo, el mandatario se despidió de lo que llamó su pueblo.
Presentó una amplia evaluación de su administración a treinta días de dejar el mandato de seis años.
Pero lo que más llamó la atención y mereció una cascada de críticas por ser visto como una burla, fue que presumió haber logrado el mejor sistema de salud del mundo.
"Dije que iba a ser como en Dinamarca, no es como en Dinamarca, es mejor que el de Dinamarca", presumió.
¿Entonces por qué sus nietos nacen en hospitales de Estados Unidos? cuestionó la usuaria de X Melissa Bely.
¿Insulto? ¿Burla? Lo dijo convencido de frente a Palacio Nacional en una Plaza de la Constitución muy distinta a otras concentraciones.
En contra parte, la realidad es que más de 50 millones de mexicanos se quedaron sin acceso a la salud, al erradicar el Seguro Popular.
Otra mentira consistió en recalcar que "se cumplió el compromiso de no aumentar los costos de gasolina, gas y electricidad".
El galopante incremento a las gasolinas ha golpeado sistemáticamente el bolsillo de los automovilistas. Nadie puede decir lo opuesto sólo el Presidente.
Lo anterior ha provocado que los precios de la canasta básica se disparen provocando una severa carestía.
Respecto al Tren Maya dijo que está por inaugurarse completo. Se trata de 34 estaciones en cinco entidades del país. Nuevamente cortará el listón.
López Obrador tuvo como invitada especial a la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
¿Qué hubiera pasado si el pueblo no la hubiera elegido a Claudia? Se preguntó. "Pero el pueblo no es tonto", aseguró.
Ese ambiente estuvo precedido por un singular evento celebrado el viernes pasado en Palacio Nacional.
López Obrador reunió a un nutrido grupo de periodistas autollamados "independientes", pero que le aplaudieron y le dijeron: "Es un honor estar con obrador".
Ni en la mejor época del todo poderoso Carlos Salinas, los periodistas le quemaron incienso como al actual mandatario.
En alguna ocasión los reporteros gráficos le hicieron una protesta a Salinas de cámaras caídas a la salida de Palacio Nacional. Le reclamaron mal trato en su desempeño.
Son distintos escenarios políticos, momentos muy diversos, de quienes en el pasado reclamaban apertura democrática, purificar la vida pública, acabar con los excesos y abusos del poder.
¿Hubo cambio? ¿O el cambio fue para seguir igual o peor? A la vista están los hechos. Y se valen las comparaciones para realizar evaluaciones objetivas.