Durante el sexenio que está por concluir, México se convirtió en el país del crimen, donde la estrategia de los "abrazos no balazos", resultó una falacia.
Cifras del propio gobierno federal arrojaron 208 homicidios tan sólo el pasado fin de semana.
La empresa TResearch Internacional, que ha dado seguimiento a las cifras de terror, promedió 95 crímenes cada 24 horas en México.
Esa lucha de brazos caídos contra el crimen organizado, arroja un saldo de un asesinato cada 15 minutos en México.
A ese ritmo, el final del presente gobierno habrásuperado los 200 mil homicidios en seis años.
Todo el tiempo y a todas horas, el político de Tabasco cuestión la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón.
Sin embargo, comparadas las cifras con el sexenio criticado, la diferencia es diametralmente abismal.
El saldo de Calderón fue de 120 mil 463 muertos, 55 cada 24 horas y un crimen cada 26 minutos en promedio.
Lo anterior en cuanto a la falsa lucha contra la delincuencia organizada y la impunidad.
Pero también hubo un exceso de mortalidad, donde el Presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene mucho de responsabilidad por su pésima estrategia anticovid.
Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México tuvo un exceso de mortalidad de 758 mil 826 personas entre enero de 2020 y marzo de 2022.
Durante ese periodo, el organismo documentó 2 millones 437 mil 629 mil muertes por todas las causas, un 45.2% más de las esperadas durante el mismo lapso.
El hecho de no propiciar una campaña para el uso de cubrebocas, acumuló más de 7 millones de personas contagiadas y casi 330 mil muertes por la enfermedad, la quinta cifra más alta de decesos del planeta.
Se trata de cifras impensables por cuestiones de enfermedad, donde la prevención nunca fue clave para evitar el exceso de mortalidad.
La lucha contra el crimen organizado, fue por demás inexistente. No hubo balazos y los abrazos dieron mucho de qué hablar por las constantes visitas del Presidente a la cuna de los más grandes capos.
¿Qué hará la futura presidenta? ¿Seguirá con dicha estrategia? No hay elementos para que eso suceda, por el nombramiento de un policía en la persona de Omar García Harfuch.
Con seguridad habrá un golpe de timón.